Discos que me llamaron la atención en 2008: Decepciones foráneas

Made in the Dark de Hot Chip. Sigo sin entenderlos así que los discos se me hacen eternos. Al menos puedo soportarlos cuando suenan en los bares.

Glasvegas de Glasvegas. El peor de la lista. La prensa maneja una serie de influencias (Smiths, Ronnetes, JAMC) que por estar, están por ahí. Pero tampoco es que me de mucho más. Un par de canciones buenas y gracias.

Hercules and love Affair. Es el disco más hortera del año. Eso no quita para que me pudiese haber encantado, pero no es el caso y se queda en el cajón de lo que dejé de escuchar.

MGMT de MGMT. Buf, tanto revuelo se arma por una especie de copia en plan "molamos" de los Flaming Lips. No está claro si sobrevivirán al éxito de sus dos singles Kids y Time to Pretend.

Discos que me llamaron la atención en 2008: Aciertos foráneos

Velocifero de Ladytron. No se han movido ni un ápice desde su genial 604. Puede que esa sea la razón por la que sigan siendo el grupo de eléctronica más regular de los últimos años. Muchos matarían por tener sólo tres de sus singles.

Death Magnetic de Metallica. No van a inventar la rueda en el 2008, pero sí van a hacer que de una vuelta más. Funciona bastante bien si nos olvidamos de la secta que lo rodea y nos centramos en las canciones. Al fin y al cabo es rock y eso le gusta a todo el mundo.

We're Beautiful We're Doomed de Los Campesinos!. Dos discos en un mismo año buscando canciones de pop redondas y desestructuradas al mismo tiempo. Suenan frescos pero sin forzarlo. Hablan de Pavement, pero a mi más bien me parecen C86.

For Emma, forever ago de Bon Iver. Es el álbum con el que más dudas tengo porque requiere un esfuerzo muy grande en la escucha para apreciarlo. En su género es imbatible.

Fleet Foxes de los Fleet Foxes. Poco queda por escribir de este disco ya, hay dos corrientes de opinión mayoritarias: los que dicen que es una obra maestra y los que dicen que es un pastiche. Creo que le ha perjudicado el ser el gran favorito a disco del año. Con todo, es una delicia.

Slade - Merry Christmas everybody

Discos que me llamaron la atención en 2008: Decepciones nacionales

No son discos malos, simplemente esperaba otra cosa de ellos...

Los dos discos de Joe Crepúsculo. Tarántula me parecía que estaba bien dentro de lo que era, así que pillé estos discos con gana. Al final me acabo dando un poco igual y me ha llegado a molestar un poco la turra que dan con estos álbumes.

Ortopedias bonitas de Manos de Topo. No funcionan más allá de alguna canción suelta. La voz fatiga en exceso, las canciones suenan todas parecidas a The Perfect Girl de los Cure y las letras son un poco calco al Niño Gusano.

En la isla de las bufandas de Lidia Damunt. Mi gran decepción de este año, siendo yo un gran fan de Hello Cuca me esperaba otra cosa. Pensé que iba a ser algo más psicodélico y variado pero me resulta monótono y hasta algo machacón.

I love your glasses de Russian Red. Es el disco indie del año en cuanto a ventas y yo que me alegro. Pero no puedo evitar un escalofrío cuando escucho la voz de esta chica. La versión de Cindi Lauper me saca de quicio.

Discos que me llamaron la atención en 2008: Aciertos nacionales

Una pequeña lista de los discos que me parecieron interesantes de este año que termina. La escribo según se me va ocurriendo, se me pueden olvidar muchos...

Altodisco de Airbag. Es su disco más pop con diferencia, Adolfo y compañía siguen buscando recorrer el camino por el que antes pasaron Brian Wilson y los Hollies. Melodías hipervitaminadas de eléctrico powerpop que buscan ser himnos generacionales. Puede que Cómics y pósters sea su mejor canción.


Decencia y buen gusto de Combo Dinamo. Los Mistakes reformulados para acabar haciendo un buen debut con regusto a Radio Futura y a esa joya que es Rockstation de Mcnamara. A ver si tienen continuidad porque no tengo muy claro si se ha enterado alguien de que ha salido este disco. Hay canción dedicada al perro polícia Rex.

Un día en el mundo de Vetusta Morla. Es el más indie de la lista pero hay que reconocer que si uno no se satura mucho de ellos, los de Tres Cantos no son mal grupo. Ecos de los Maga menos electrónicos y del The Bends de Radiohead.

Los Punsetes - Los Punsetes. Mal rollo con acabado näif. Punk pop patrio tipo Nikis o DDT pero pasado por la trituradora de Joy Division o Nirvana. Las canciones son interesantes, pero las letras son sublimes. Pocos suenan como ellos y desde luego ninguno con tanta repercusión.

También me han llegado los discos de Lori Meyers, Cooper y Les Philippes. Aviso que a los nuevos de Lapido, Josele y Doctor explosión no he podido dedicarles todavía mucho tiempo pero que podrían estar también en esta lista

Les philippes - Odisea Ultramarina

En el último disco de Les Philippes hay al menos un puñado de canciones de hoy mañana y de siempre, una producción siempre bien ajustada y una bonita portada. Como este artículo (y en general este blog) va de esto que la gente llama pop, está claro que no se puede pedir más.

Muchísimo más retro que compañeros de viaje como Sidonie, cuyo último disco es notable pero transita por una senda mucho más pop-rock -que nadie quiera ver un reproche en estas palabras-; Les Philippes van a aguantar el arranque del Siglo XXI a base de no plantearme mucho el cambio de centuria. Instalados en su cómoda burbuja parecen invencibles.

Así les sale un disco redondo que recuerda (abrochénse los cinturones) a Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, a Vainica Doble (Las aventuras del abuelo Rogelio me recuerda a Elegía al jardín de mi abuela un poco) y a Los Flechazos. Llevar el Powerpop desde la pérfida albión hasta la vuelta de la esquina.

La producción, lo vuelvo a decir, es maravillosa. Los textos no están mal tampoco, hay un soplo de canción protesta (En los estancos no se puede fumar, Beatificaciones) que no resulta cargante. Singles hay unos cuantos aunque quizá la única pega que le puedo poner al disco es que no hay un tema que sobresalga sobre los demás. Bueno, en realidad Silbar tu nombre podría ser un mega hit en un mundo perfecto.

Para las lista de las compras de estas navidades y para la otra lista: la de los listillos (lo digo con cariño) que nos dicen lo mejor y lo peor del año.

El Darwinismo en la música francesa

Ando rebuscando en las primeras listas de lo mejor del año con mala fortuna la verdad. Tampoco peor ni mejor que otras veces si soy sincero, las listas suelen estar compuestas por una amalgama de lugares (quiero decir grupos) comunes, apuestas demasiado (y demasiado poco) arriesgadas y unas cuantas bandas del momento (de ese momento y de ninguno).

En fin, que este post va de que gracias a las listas de lo mejor descubrí a la francesa Yelle que me parece una buena continuación de eso que arrancó en los sesenta con la dulce France Gall manejada en la sombra por ese genial chiflado que era Serge Gainsbourg.

Luego está esa influencia del pop de colores de los ochenta, encarnada en gente como la belga (oye que majos son los belgas) Lio que está ahí arriba. Y como el revival ochentero más o menos acertado aunque mola casi siempre encarnado en gente como la zorrilla (digo yo) Alizeé.

En fin, os dejo con Yelle. Sus vídeos me gustan tanto o más que su música.

Cat Stevens - Tea for the Tillerman

Nunca acabaré de entender del todo la conversión de Cat Stevens al Islam. Las estrellas del pop se suelen retirar del mundo en algún momento, a veces a la fuerza (como la triste situación de Michael Jackson por ejemplo) otras veces cansados de la fama y blah blah blah (éstos últimos me dan mucha pereza).

Cat Stevens sufrió una transformación parecida aunque menos radical que la del Doctor Fleichmann y decidió dejarlo todo. Cambiarse el nombre, cambiar de vida y realmente dejar de ser quién era. Una de esas cosas que uno dice muchas veces que va a hacer y luego no la hace nunca.

Ese camino desde el artista multitudinario hasta el anacoreta tiene que haber dejado algún surco en su música. O al menos es algo en lo que me gusta creer. Yo pongo el acento en que Stevens siempre mezcló letras que rozaban la angustia (angst que dicen los pedantes) en algunos momentos con bonitas melodías pop. O lo que es lo mismo: es un genio.

La diferencia entre Cat Stevens e ilustres compañeros de viaje como Syd Barret o Nick Drake no son tanto el propósito que persigue con sus canciones sino la forma en que alcanza ese fin que busca. Cat Stevens quiere hacernos pensar en que el mundo es un sitio jodido pero con una música que podamos silbar mientras nos afeitamos.

Resumiendo, no podemos salir adelante en esta vida sólo con una sonrisa (Oh, baby, baby, it's a wild world/It's hard to get by just upon a smile) pero seguro que las canciones de Stevens serán una buena ayuda.

Donald Fagen - Snowbound