Ayer hablamos de
la copia, hoy del grupo original. Tenía yo ganas de escribir un rato sobre los
Beatles y para empezar, escojo mi disco preferido que es el blanco.
Decía Ringo en los DVD's del
Anthology que a él este disco no le gustaba, que él hubiese preferido no hacer un álbum doble. Con su típico humor inglés (
Ringo es de largo el más simpático de los Fab Four) contaba que prefería haber hecho un disco blanco y otro "más blanco". La realidad que se esconde tras las palabras de
Ringo es que en 1968, los
Beatles estaban ya en un proceso de descomposición imparable.
Con este clima el disco se grabó en plan cada uno por su lado, y eso se ve en lo dipersos que son los temas. Esto hay que avisarlo: si eres de los que te gustan los álbumes que tienen una determinada orientación y temática (llamadlo disco conceptual si quereis), no te va a gustar este disco. El disco blanco es una colección de canciones, pero ¡qué selección de temas!.
No me molesto en comentar los hits que vienen en el álbum recopilatorio azul (
Back in the U.S.S.R.,
While my guitar gently Weeps,
Ob-la-di, Ob-la-da) que esos ya los conoceis todos. Hablemos mejor de la psicodelia de
Dear Prudence y
Hapinnes is a warm gun (qué quiebro pega esta canción), el rock de
Birthday,
Helter Skelter (hay quien dice que es precursora del rock duro, otros hablan del pop ruidoso de los 90) o el country-folk en
Rocky Raccoon y
Blackbird (una de mis canciones favoritas de todos los tiempos). Y lo que es más increíble aún, manejándose en el esquema de
"canción-de-los-Beatles-de-toda-la-vida" entregan una joya de orfebrería pop como
I will. Y me dejo muchísimos temas excepcionales sin comentar.
El punto negro del disco, es un tópico pero hay que decirlo, es el tema que metieron
Lennon y
Yoko Ono. El ya mítico pufo de
Revolution 9 (parodiado en
un episodio de
los Simpsons) es una tomadura de pelo tan grande, que al final va a ser verdad eso de que
la culpa de todo la tiene Yoko Ono.
Etiquetas: Discos