El regalo que me he hecho a mi mismo estas pasadas navidades es el primer tomo de la Narrativa completa de Lovecraft. Lo básico del de Providence ya lo había leído en ediciones de baratillo compradas aquí y allá hace mucho tiempo(ese placer de comprarse libros por cuatro duros en rastros y similares). Tenía algo de miedo a que me pasase, como en tantas otras ocasiones, que uno revisita uno de esos libros que uno ha leído en la adolescencia y queda decepcionado poque lo que recuerda no es lo mismo que lo que vuelve a leer.

No ha sido éste el caso, la prosa retorcida de Lovecraft sigue atráyendome con fuerza. Un escritor complicado pero que al final crea sencillas historias de terror. El canibalismo, los seres híbridos, las civilizaciones perdidas y sus aún presentes ritos se convierten en algo casi cotidiano. La narración huye de lo fantástico (si es que se puede decir esto) y tiene un rigor casi científico. Te puedes encontrar a Cthulhu al doblar la esquina y Randolph Carter puede ser nuestro extraño compañero de piso, escribiendo un diario en que confiesa estar abocado a una muerte segura.