A vueltas con Fellini II - La Strada

La segunda película del ciclo de Fellini cambia el registro de manera radical. Aunque el estilo del italiano, por momentos mezcla momentos cómicos con otros trágicos, sigue siendo patente hay que admitir que La Strada (el camino) es una película dura, amarga y muy triste.

La historia es sencilla y puede que peque de serlo demasiado. En algunos momento el argumento se vuelve repetitivo: Un feriante que va por diversas poblaciones exhibiendo sus habilidades como forzudo compra (suena muy fuerte pero es así) a una pobre chica un tanto peculiar de un pueblo italiano para que le acompañe en su espectáculo. El film narra ese viaje hacia ninguna parte de esta extraña pareja a través de Italia.

El forzudo, una persona completamente embrutecida que es incapaz de refrenar sus instintos animales, maltrata continuamente a la pobre chica (interpretada por la gran Giuletta Massina). Pero el personaje de Giuletta tampoco encaja en este mundo cruel y puede que eso sea lo que le une al bruto. Eso y quizá más cosas, pero no quiero contar más.

En fin, la película está bien pero es un dramón al uso. Te deja hecho polvo al final pero tiene ese defecto que le veo yo a este tipo de películas: las situaciones que se dan me parecen muy retorcidas y el sufrimiento de los personajes lo siento un tanto lejano. Con todo, merece la pena verla aunque sólo sea por las interpretaciones de Giuletta Massina y Anthony Quinn.