Esto es lo que se siente: La discografía de Beachwood Sparks I

Un día haré un post de portadas bonitas y la del primer disco de los Beachwood Sparks podría ser ser de la mejores. También podríamos hacer un ranking de los mejores nombres para un grupo, y otra vez BS estarían en el grupo de cabeza con ese homenaje al Odissey and oracle de los Zombies.

Pero como no sólo de portadas vive el hombre, pasemos al jugoso contenido. Nos traemos entre manos uno de esos discos hecho hace dos días, que suena un poco como a hace mucho tiempo y que milagrosamente no suena demasiado a algo ya hecho antes. Es la diferencia entre tener influencias (eso sí, os van a recordar un montón a los Flying Burrito Brothers) y ser una fotocopia.

El primer disco de Beachwood Sparks es el más clásico y sigue los parámetros del country pop (o como lo queráis llamar) sin desviarse demasiado. Destaca la habilidad del grupo para contruir melodías, menudo arranque tiene el disco con Desert Skies. Si hubiesen querido podrían hacer un disco que fuese un hit tras otro. Pero los de California quieren ir un poco más lejos, tener un sonido un poco más variado. De ahí vienen esos momento de rock más cósmico que psicodélico que tenemos en Something I Don't Recognize y Sister Rose. Utilizando la distorsión pero también la cabeza

Todo lo bueno cabe en el crisol de Beachwood Sparks y por eso hay ecos de los Byrds en la guitarra de See, Oh Three, un aire a la Velvet del Loaded (salvando las distancias, Sweet Nothing podría ser una canción de BS) y los cambios de ritmo de Old Sea Miner recuerdan la monumental Rio Grande de Brian Wilson.

Es un disco tremendo y lo que más me gusta de él es que lo mejor todavía estaba por llegar.