Julio Cortázar - Los premios

Antes de empezar el típico desbarre sobre el libro o el disco de turno, que quede claro una cosa: a mi Cortázar me gusta bastante. Dicho esto, añado una cosa: no es apto para todos los públicos. Con el argentino siempre tengo la sensación de que sus novelas son una excusa para dedicarse a ir desgranando toda su filosofía de vida y lo primero (o lo último) que se le pasa por la cabeza. Escribir por el placer de escribir sin molestarse en llegar a ningún sitio. Así escrito parece un defecto gordo pero al menos para mí es una ventaja.

Lo que hay que leerse sin falta de Cortázar son los cuentos, recopilados en dos tochazos de Alfaguara, entre otros 'Casa tomada', 'La autopista del sur', 'Bestiario' y los más conocidos que creo que son los de Cronopios y Famas. Los cuentos son inclasificables, unos realistas, otros de ciencia ficción y la mayoría que no sabe de dónde han salido o a dónde van.

Las novelas he de reconocer que me han gustado menos, me parecen brillantes por momentos pero hay que tener muy claro dónde se mete uno leyendo cosas como esto. Las novelas no son lineales (en Rayuela esa idea está llevada al límite) y requieren su esfuerzo.

En los premios encontré un montón de cosas que me recuerdan al Cortázar de siempre: referencias filosóficas y literarias, unos personajes trazados al milímetro y una situación que los va agobiando un poco al principio y mucho más hacia las páginas finales. Páginas que entretienen, páginas que dan que pensar y páginas que es un auténtico placer leerlas.