Peligros del verano

PEDRO DE SILVA

El verano está lleno de peligros. Están los viajes por carretera, la diarrea estival, los amores de verano, las serpientes de agosto, la canción del verano y el síndrome de regreso. A estos habría que añadir las charlas de verano, esas tertulias tontas que montamos con viejos o nuevos amigos, y al filo de la madrugada pueden acabar en tormenta ideológica con gran aparato eléctrico. Hablando con amigos que un día fueron de izquierda, sobre lo que es serlo hoy, pronto se alcanza acuerdo sobre el final del paraíso. Ellos se quedan ahí, orondos, pero yo sigo: como ya no hay paraíso, ser hoy de izquierda será decir no a alguna cosa. ¿A qué?, saltan expectantes. A la sobreexplotación, respondo. Un silencio, y sigo: a la sobreexplotación del territorio, de los recursos naturales, de los animales, del hombre y de uno mismo por uno mismo. A partir de ahí comenzó la tormenta.