Otro día que se muere la música

Hablando con mi hermana del tema éste de los botellones en el parque San Francisco, me preocupan varias cosas. Entre ellas la endogamia inherente a esta manera de ver el ocio, aunque no voy a entrar en detalles.

Lo peor sin duda -suciedad aparte- es el tema de el que es el mundo música -vale están los móviles, sabemos de sobra que no es lo mismo-. 

El bar es un sitio con sus virtudes y sus defectos -algunos de ellos han provocado en parte esta situación- pero es un escenario en el que la finalidad última no es -o al menos no es la única- beber, existe todo un escenario con el que interactuar.

No sé dónde nos llevará el cambio de modelo.

Discos para el verano 2011 (III) - The Rubinoos - The Rubinoos

La heladería-restaurante de los años cincuenta de la surrealista portada (un poco Magritte) del primer disco de los Rubinoos no puede ser más apropiada . Primero porque no engaña, el tema es un anacronismo ya en su  fecha de publicación, estamos hablando de revival. Segundo, refleja una temática de sentimientos blancos: poderío melódico y pulcritud en las voces. Tercero, es divertida con los componentes disfrazados de ángel, caballero andante...pero con converse.

Suena a pistas de baile marcadas por ruedas de camareras patinadoras. No sé  si eso tiene traducción a nuestra cultura, siempre es necesario contextualizarlo todo. El tema es hacerlo bien, que se entienda la analogía. No sé si sería una discoteca light de verano en la meseta tipo Valencia de Don Juan. O un Benidorm adolescente-setentero. Paisajes que seguramente ya no existan y quizás no hayan existido jamás. El  panorama que me encanta recorrer aquí, vamos.

En fin, las canciones de los Rubinoos son un poco como los souvenirs. Con un punto de cursi pero siempre conmovedoras.

Discos para el verano 2011 (II) - REM - Reveal

Como seguimos instalados en un otoño de estos tan buenos que vienen de vez en cuando (falta hace teniendo en cuenta el verano que hemos tenido por estas latitudes) yo no me corto y voy a seguir metiendo aquí mis discos para el verano pasado.

Nostalgia y actualidad aparte, vamos a ir un poco a contracorriente para recomendar un disco de la última época de los de Athens. La menos conocida, en la que se había roto la alineación clásica de la banda (punto de inflexión que hoy parece más relevante que cuando se produjo) y sobre la que menos se ha escrito. Son discos dispersos en sí mismos y entre ellos, marcando una lenta decadencia y alejándose del gran público a cada paso, pero siempre con la personalidad que demostraba siempre la banda.

En el que nos ocupa hoy, Reveal, que ya tiene la friolera de 10 años está el último gran éxito de la banda Imitation of life (sí en Europa no en EEUU) y al menos otras cuatro o cinco canciones que no bajan del notable. El tono por momento es muy ligero (All the way to Reno, Beachball) y no hay una intención de que que todo suene ni pulido ni acabado. Es un poco como el Running on empty de Jackson Browne. Puede que sea una vuelta a los años de IRS, la primera desde que se había convertido en banda de estadio y una tendencia que se acentuará más adelante en sus últimos discos. Tengo que decir que Summer turns to high es mucho más Beach Boy que At my most beautiful (buena canción pero tienen muchas de este nivel) y que sí, el último disco de estudio de la banda es un hermano menor (pero no mucho más pequeño ojo) de Reveal.